por Carie Mercier Lafond, asesora de imagen y estilista personal
¿Te llama la atención la idea de contratar una asesora de imagen pero no tienes claro que realmente valga la pena? No estás solo/a. Aunque la profesión comenzó para atender las necesidades de los ricos y famosos para manejar su imagen , determinar cómo les percibía el público y conseguir transmitir el mensaje deseado a las masas , desde los años 80 con todo el movimiento de “vestir para triunfar” el público en general, empezando con los hombres y mujeres de negocios empezaron a utilizar asesores de imagen para optimizar sus compras, ganar tiempo, ser memorables y conseguir distinguirse de la competencia.
Hoy en día aprovechar el poder de la imagen es una necesidad para cualquier profesional, emprendedor con ambición o persona que desea hacer llegar un mensaje a la sociedad. Si quieres conseguir tus metas no puedes quedarte en un rincón y esperar que las cosas sucedan. Te tienen que ver, oír y tienes que influir en los demás.
Tenemos múltiples estímulos y ocasiones para crear relaciones tanto personales como profesionales no sólo en nuestra ciudad sino a nivel internacional, las oportunidades surgen constantemente para asistir a reuniones o entrevistas, participar en congresos, seminarios online, grabación de videos o la simple presencia en redes sociales requiere que tengamos una idea clara de cómo nos perciben los demás.
¿Sabes cuál es la primera impresión que generas? ¿Qué piensan las personas en el primer momento que te ven o te encuentras?
Veamos en qué te puede ayudar un asesor de imagen
1.Tener una visión real sobre nuestra imagen pero sobre todo ayuda para mejorarnos y desarrollarnos como personas.
Siendo que estamos muy acostumbrados a nuestro reflejo y nos cuesta ser objetivos o incluso tenemos creencias erróneas sobre cómo nos vemos realmente , nos viene de maravilla tener un/a profesional a nuestro lado para elevar nuestra mirada, ayudarnos a ver lo positivo y subrayarnos, hacernos conscientes de las carencias y sobre todo reflexionar sobre hacia dónde queremos ir, qué deseamos conseguir, qué experiencias deseamos vivir.
Atrás quedaron los tiempos en los que algunos profesionales lo que hacían era crear clones de uno mismo o poner prácticamente a los clientes en un uniforme porque era lo que transmitía “éxito o poder”.
Hoy en día trabajamos los estilos, la personalidad y sensibilidad del cliente, tenemos en cuenta los diferentes ambientes, tipos de trabajo, el estilo de vida que desea el cliente y le ayudamos para que todo en el cliente se vaya alineando para crear la vida a su medida. Queremos que todo, ropa y accesorios, habilidades de comunicación sean herramientas para lograr sus metas.
2. Trabajar con un profesional en forma estrecha y personal te permite obtener resultados más rápidos.
Como a muchos, me encanta el DIY (hazlo tú misma) pero no creo que se tenga que aplicar a todo. Si quiero aprender algo en poco tiempo y me decido por ir probando y a ver qué sale, lo más probable es que mis resultados sean mediocres. Se necesitan varios experimentos, sacar conclusiones y si el tiempo apremia, poco se nos queda claro, al revés acabamos más confundidos.
Por eso si al fin me decido a ocuparme de algo tan valioso como mi imagen, mi carta de presentación, mi voz y presencia, vale la pena buscar una solución eficaz. Sí puedo acudir a un curso o un cuaderno de ejercicios que sigue el sistema de un/a experto/a o si quiero una experiencia más profunda y personalizada acudiré a un profesional que tenga en cuenta mi situación particular, mis metas, me resuelva mis dudas concretas y me ayude a diseñar un plan de acción para mi.
Del mismo modo que no es lo mismo ver un video de ejercicios que acudir a un gimnasio (en el que estoy con decenas de otras personas en la misma clase) que contratar a un entrenador personal que me diseñe un programa de ejercicios para mi. No se parece en nada recolectar revistas, o mirar blogs que al fin comprometerte contigo mism@ y trabajar con una profesional de la imagen que tiene un método o sistema.
3. Aprovechar lo que tenemos y apreciarlo.
Nuestra ropa y accesorios son pertenencias nuestras, cumplen no sólo una función práctica como es protegernos de las inclemencias del tiempo, también cumplen una función estética, pueden ser objetos bellos, placenteros al tacto.Nos ayudan a mostrarnos a nosotros mismos cuando nos miramos en el espejo o a los demás cuáles son nuestras preferencias, valores, nuestra personalidad.
Sin embargo en muchas ocasiones los clientes antes de haber trabajado conmigo no son conscientes de la relación correcta con las cosas. Algunos están demasiado apegados a los objetos incluso cuando ya están rotos, deteriorados, ni les entran ya. Otros acumulan prendas aún con las etiquetas puestas, fruto de compras por impulso o por aceptar los descartes de otros sin un análisis previo, otros tienen buenas prendas pero por una mala organización, les cuesta un montón encontrar lo que necesitan y acaban poniéndose siempre lo mismo.
Cada prenda tiene que tener su sitio y su función, aportar alegría a nuestras vidas, porque nos encantan y nos ayudan. El consumo tiene que ser consciente para no llevarnos a sentirnos vacíos sin nada que ponernos como si no fuéramos nosotros mismos.
Por eso ayuda tanto el asesora de imagen para ayudarte a ver lo que te favorece, qué es lo que hace una prenda de calidad o cómo reutilizar lo que tienes para sacarle el máximo partido.
¿Cuál es el beneficio que te ha llamado más la atención? ¿Qué es lo que esperas de trabajar con un/a profesional de la imagen?
Carie Mercier Lafond es la asesora y coach de imagen del hombre y la mujer profesional.
¿Cómo te podemos ayudar? Queremos que cada día te veas y sientas bien y descubras tu propio estilo. Te ayudamos a encontrar ropa favorecedora (sin que importe tu talla, edad) y aprenderás cómo ir bien vestido siguiendo pasos sencillos, sin que cueste mucho tiempo ni dinero. Viste Bien. Siéntete Bien. Descubre y Expresa tu propio Estilo. Impacta.
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