Por Carie Mercier Lafond, asesora de imagen y personal shopper
Uno de los grandes mitos que me gusta desmontar es la creencia de que para ir bien vestido hay que gastarse mucho dinero o pasarse todo el rato de compras.
A pesar de que soy asesora de imagen y uno de los servicios que ofrezco para ayudar a mis clientes es acompañarles de compras, no me encontrarás cada día del año en un centro comercial o en una boutique. Voy de compras únicamente cuando hace falta, tanto para adquirir prendas o para estar al corriente de las propuestas de los comercios.
¿Seguro? Te preguntarás, seguro.
La razón es que tengo un guardarropa completo y que continuamente pongo a punto. Del mismo modo que todos los que tenemos un coche, periódicamente lo llevamos a revisiones y reemplazamos las piezas que no funcionan, lo mismo sucede con las prendas de mi armario. Con regularidad reviso el contenido de mi armario y añado piezas clave que me encantan y puedo utilizar bastante como en Marzo cuando conseguí a precios inmejorable una cazadora de cuero o perfecto por tan sólo 20 Euros en un mercadillo organizado por estudiantes extranjeros.
Para que tu imagen esté al día, tu ropa y accesorios tienen que poder expresar cómo eres en este momento. Por eso tienen que estar en buen estado y y al menos una cierta cantidad de piezas.
¿Tienes prendas de ropa sin usar?
Si continuamente compras prendas que acaban colgadas con las etiquetas se puede deber a varias razones:
– compras lo primero que se te ocurre aunque no te guste del todo. Eso nos suele pasar especialmente con las prendas para ceremonias. Cuando esperamos a última hora para comprar el vestido o traje de turno.
Mi consejo y el que aplico con mis clientes: Tener listo un conjunto para un evento especial como recogida de premios, cena de gala o boda.
– compras no ropa de tu talla real sino la que te gustaría tener o la que tenías en el pasado, y claro, no te cabe y por eso se queda ahí.
– es ropa del estilo de alguien al que admiras o que has visto en revistas y no sabes cómo ponértela sin que parezca que vas algo disfrazado, o no sabes cómo hacer que funcione contigo ese color o tipo de prenda.
Cuando estamos en una sesión de creación de conjuntos o outfits, es decir de estilismo, muchas veces logramos darle nueva vida a esas prendas que estaban inutilizadas. ¿Cómo? Proporcionando trucos para combinar, colores, texturas, estampados de forma diferente y con las que se sientan a gusto los clientes.
Trucos para retomar el control del guardarropa.
1. Reconoce cuál es tu situación: ¿tienes mucho? ¿demasiado poco? ¿te pones siempre lo mismo?
2. Crea un lista de necesidades.
Tras crear conjuntos y haber detectado piezas clave que te faltan. Apúntalas en una lista y busca comercios de tu estilo y al nivel de precios que te puedes permitir donde buscarlos.
3. Fíjate un presupuesto.
Sé realista, no hace falta que adquieras todo lo que necesitas en un mes. Lo más recomendable es quizás tener un presupuesto mensual o una pequeña cuenta donde vas ahorrando para comprar a comienzo de temporada y al final en las rebajas.
4. No compres mucha cantidad en una sesión de compras ni te propongas comprarlo todo en un día. Salvo que hayas acudido a la sesión con un profesional que ya haya preparado las prendas que tienes que probarte, no pienses que puedes adquirir más de 3 a 5 piezas maravillosas en una única ocasión. Un tiempo razonable para ir de compras son 3 horas, no te fuerces a dedicarle a esa actividad más tiempo del que aguantas porque lo acabarás pasando mal.
¿Qué prendas vas a adquirir esta temporada?¿Qué consejo vas a poner en práctica?
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